En primer lugar, queremos agradecer a Dios por todas las bendiciones que nos ha dado, y en segundo lugar, a una persona muy especial; la señora Lourdes Barajas, quien nos ayudó y confió en nosotros.

Nuestro comienzo no fue nada fácil. Después de varios meses de esfuerzo para abrir la heladería, empezamos en un local pequeño, que no conocíamos. La gente y los vecinos nos veían trabajar y hacían comentarios negativos de que era un lugar muy escondido, que no tendríamos éxito. Pero las ganas de tener nuestro negocio nos ayudaron a no rendirnos y durante el primer año fue mucho esfuerzo y muchas horas de trabajo.

Han pasado más de 15 años y ahora contamos con 4 locales, más de 50 trabajadores, a quienes también agradecemos todo su apoyo y colaboración. Es una gran satisfacción saber que hemos logrado el sueño de tener nuestro propio negocio.

Y por último, nos gustaría agradecer a todos nuestros clientes por su preferencia, quienes nos han permitido complacer sus paladares con los productos que preparamos con amor y dedicación.